Berlín 52
Automóvil desconocido en la cochera.
Portaplanos intruso en el recibidor.
La atmósfera tiene de sándalo esencia.
Suspiros ahogados denuncian la acción.
Desnudas tú y yo, como dos Evas.
Resbalan por la espalda gotas de sudor.
Ternura y pasión, dualidad perfecta.
Pupilas dilatadas, músculos en contracción.
Cuerpos invertidos, enfebrecidas lenguas.
Tan cerca y tan lejos la ropa quedó.
Qué breve y eterna se volvió la escalera.
El día que tu madre nos descubrió.
Hinojosa; Marzo 20 de 2006
1 Comments:
Hola chido que escribes, no te detengas...
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